Un día perdí mi tren, intente entrar pero todo salió mal. Así que deje de buscar, y empecé a esperar al tren correcto que me pudiera llevar, sorprendentemente un tren paro y supe que era el tren de los dos, el tren del amor.
No busques, no te limites, espera y cuando menos te lo esperes el tren del amor parara en tu estación.
Las mejores cosas pasan cuando menos te lo esperas.
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